Hay momentos mágicos en la vida, y uno de los más emocionantes (al menos si sigues siendo un poco niño como nosotros) es encontrarse una botella varada en la playa con un mensaje en el interior... ¡¿De dónde vendrá?¡ ¿quién la habrá lanzado? ¿señalará un tesoro escondido? Algo parecido debió pensar Luc cuando encontró nuestra botella en la playa de Moliets, en la costa de Aquitania, Francia.
